sábado, agosto 26, 2006

ALGO DE GENEALOGIA 25/10/03

ALGO DE GENEALOGIA

Hace unos días, a propósito de la búsqueda de mis antepasados, para confeccionar mi árbol genealógico por varios juzgados, registros e iglesias de algunos pueblos de Andalucía me topé con un señor muy entendido en genealogía que me dijo más o menos que nosotros los españoles solamente podemos encontrar hasta la novena generación anterior a la nuestra. A no ser que los libros en los registros se encuentren en un buen estado para poder consultarlos y cotejarlos y comprobar su veracidad, como es el caso de mis antepasados por línea paterna –madre de mi padre- cuya procedencia es Ardales, un pueblecito de la província malagueña, que se remonta al año de 1550 y termina en nuestros días, siendo doce generaciones las que he podido contar. Las otras líneas se me van perdiendo en las ramas del árbol, llegando a la conclusión y así dejar de indagar más, de quedarme hasta mis bisabuelos. Tengo que decir, según este mismo amable señor, que los registros civiles empiezan a funcionar como tales en los años de 1875-1876. Los nacidos con anterioridad a estas fechas habrá de buscarlos en las parroquias e iglesias.
Yo siempre digo que mi abuelo paterno, Antonio, está sentado a la grupa de un caballo o de un mulo en la punta de una rama de nuestro árbol, siempre riendo de todo lo que observa desde su atalaya. El otro, el materno, Paco, lo veo con su gran mostacho columpiarse en la otra rodeado de cartas y paquetes postales con olor de lacres, un poco distante y algo serio. Ellos eran así. A uno le gustaban los animales y montaba y calzaba –herraba- toda clase de bestias y el otro, como era funcionario de Correos desde princípios del siglo XX en Melilla, no dejaba núnca de leer, “vicio” que muchos de sus hijos y nietos hemos heredado.