OTRO HOMENAJE... 25/08/03
OTRO HOMENAJE PARA ANTONIO AZNAR Y UNA QUEJA
Antes de empezar deseo que cuando lean esto nuestra directora Irene Flores se encuentre en su casa descansando y con el ánimo que diariamente acierta en su “Diana”. Te lo deseo de todo corazón, Irene. Mi mujer y yo te enviamos un abrazo desde esta orilla.
Como sabrán en estos días Málaga está de fiesta con su gran feria del Centro y la bellísima del Real en el cortijo de Torres, con sus casetas de las peñas y agrupaciones de barrios que existen en la ciudad; con su Calle del Infierno, donde para que se entiendan nuestras conversaciones se deben hacer a grito pelado por el ruido, que no es música, que sueltan las atracciones de todo tipo.
La caseta mas señera, al menos para mí lo es, ya que es diferente, y también la que a los melillenses nos trae los recuerdos más bonitos de nuestra ciudad, es la que tiene la Casa de Melilla en Málaga, dirigida por su presidente José Manuel Casado -del Hipódromo- con su sabia nueva y joven. Qué tío más cojonudo es este José. Mucha gente lo recordará de cuando estaba de mancebo con el Quillo en la farmacia Arroyo del barrio de Del Real. Siguiendo con la caseta: en un lateral de la pared exterior han colocado una foto, especie de mural, compuesta por varias en las que podemos admirar tres de los edificios más emblemáticos que tiene Melilla: el de la Plaza de España (Optica Roca), la puerta de la Plaza de Toros, y el Ayuntamiento. Su interior está decorado con pinturas de vistas de la ciudad, y en un lugar preferente nuestro escudo tan bonito, ondeando con su leyenda: “ Praeferre Patriam Liber Parentem Decet ”. Sobre esta leyenda de los Guzmanes tengo que decir que mucha gente que dicen ser españoles debieran aplicarse, sin chauvinismo de ninguna clase, no ser tan descafeinados a la hora de demostrar su españolidad, pero antes, lógicamente, deben traducirlo para entender lo que significa la palabra Patria, y lo que a ella debemos dar por ser eso, por ser españoles.
El día 18 de agosto la Casa de Melilla en Málaga, como demostración de admiración, respeto y de cariño, le hizo a Antonio Aznar, la entrega de una placa en la que dice: “La Casa de Melilla en Málaga a Don Antonio Aznar Alaminos en reconocimiento a su labor y colaboración constante con nuestra Casa. Málaga 18 de agosto de 2003 ”. Paco Benitez, amigo de la infancia en Ataque Seco, dueño de Los Salazones y Ramoní, fueron objeto igualmente de sendos homenajes. La presencia de don Francisco de La Torre, Alcalde de Málaga, el senador por Málaga, Joaquín Villanova; Joaquín Ramírez, presidente del PP Provincial; Mercedes (ignoro el apellido), concejal de distrito, el eurodiputado melillense Jorge Hernández Mollar, los máximos dirigentes del Club Deportivo Málaga, y una gran cantidad de melillenses desplazados a Málaga para disfrutar de esta feria asistieron y aplaudieron con emoción. Porque la verdad, el acto fue emotivo. Ese mismo día Fernando Escobar le hizo entrega a Antonio Aznar de un precioso obsequio como “Buen Melillense, gran persona y mejor amigo” de un barco a remo a escala reducida que aquí en Málaga llaman jábega y nuestros fronterizos cárabo (playa de los Cárabos). A Fernando Escobar mucha gente que peina canas lo recordará por haber vivido desde chiquitillo, -me gusta decir chiquitillo-, en una de las viviendas del Banco de España.
No sé si muchas personas sabrán de Antonio Aznar su trayectoria de melillense fuera de Melilla. Yo sí que la sé, y créanme que hace patria de nuestra tierra, junto a su esposa Aurelia, con toda la dignidad y el orgullo que poseen los dos. Y sobre hacer patria les tengo que decir que José Manuel Casado me comentaba con pena que por Málaga se vio al Viceconsejero de Turismo de Melilla pasear en compañía de varias personas, y no tener la gentileza, la merced, la curialidad de visitar la Casa que su Ciudad tiene en esta otra orilla, que tan falta de estímulos y de jurdó (DINERO) está. De “alto protocolo” sé más bien poco, solo sé que en la ciudad de Málaga residimos muchos miles de melillenses, y quizás me quede cortito; unos empadronados en Melilla y otros aquí, y como soy tan ignorante, -que le vamos a hacer-, y también para que alguien me lo explique, para así enterarnos todos: ¿Cómo no ha habido en el transcurso de la semana de feria malagueña una autoridad de la Ciudad Autónoma representando a todos los melillenses en la preciosa caseta que la Casa de Melilla tiene instalada en el Real del Cortijo de Torres?. Quizás el señor Viceconsejero de Turismo estuviera de incógnito y quiso ser ignorado circulando por Málaga en feria entre el bullicio de sus calles céntricas, por la que se pueden ver a centenares de melillenses como él que solo han venido a pasarlo bien. Quizás también puede que sea un señor tímido que no le gusta que esta clase de homenajes se le hagan a otras personas y no a él; perdón, es un suponer, ¡eh!. El caso es que toda la directiva de la Casa de Melilla en Málaga está muy mosqueada. Yo diría que están entristecidos con un ramalazo de frustración, y si me apuran un poco, diría que se sienten abandonados por las autoridades melillenses. Con lo bien que hubiese quedado el señor Viceconsejero de Turismo en su Caseta, digo suya y con mayúsculas, al igual que lo es de todos los melillenses residentes en las dos orillas, tomando unos vinitos en compañía de sus paisanos; todos contentos, alegres y ¡olé!, por su presencia y representando a nuestra bonita ciudad. Hay que ver, con lo poco que cuesta la cortesía y lo mucho que gana siempre que se emplea. ¿ Pues saben lo que les digo ?, que él se lo perdió, y la huella de su descortesía para con sus paisanos se quedó indeleble aquí en la ciudad hermana de Málaga.
Yo, de momento y como es preceptivo, y también por la alegría del homenaje, les envío mi sincera y emotiva enhorabuena y un abrazo a Antonio Aznar, a Paco Benitez y a Ramoní, y que la feria de nuestra Ciudad la disfruten con la alegría y la sana envidia de los que nos encontramos ausentes.
Por el mucho calor que hace, ¡ tela marinera ! y reciban un cordial y refrescante saludo.
Juan J. Aranda
Málaga 25 de agosto de 2003
Antes de empezar deseo que cuando lean esto nuestra directora Irene Flores se encuentre en su casa descansando y con el ánimo que diariamente acierta en su “Diana”. Te lo deseo de todo corazón, Irene. Mi mujer y yo te enviamos un abrazo desde esta orilla.
Como sabrán en estos días Málaga está de fiesta con su gran feria del Centro y la bellísima del Real en el cortijo de Torres, con sus casetas de las peñas y agrupaciones de barrios que existen en la ciudad; con su Calle del Infierno, donde para que se entiendan nuestras conversaciones se deben hacer a grito pelado por el ruido, que no es música, que sueltan las atracciones de todo tipo.
La caseta mas señera, al menos para mí lo es, ya que es diferente, y también la que a los melillenses nos trae los recuerdos más bonitos de nuestra ciudad, es la que tiene la Casa de Melilla en Málaga, dirigida por su presidente José Manuel Casado -del Hipódromo- con su sabia nueva y joven. Qué tío más cojonudo es este José. Mucha gente lo recordará de cuando estaba de mancebo con el Quillo en la farmacia Arroyo del barrio de Del Real. Siguiendo con la caseta: en un lateral de la pared exterior han colocado una foto, especie de mural, compuesta por varias en las que podemos admirar tres de los edificios más emblemáticos que tiene Melilla: el de la Plaza de España (Optica Roca), la puerta de la Plaza de Toros, y el Ayuntamiento. Su interior está decorado con pinturas de vistas de la ciudad, y en un lugar preferente nuestro escudo tan bonito, ondeando con su leyenda: “ Praeferre Patriam Liber Parentem Decet ”. Sobre esta leyenda de los Guzmanes tengo que decir que mucha gente que dicen ser españoles debieran aplicarse, sin chauvinismo de ninguna clase, no ser tan descafeinados a la hora de demostrar su españolidad, pero antes, lógicamente, deben traducirlo para entender lo que significa la palabra Patria, y lo que a ella debemos dar por ser eso, por ser españoles.
El día 18 de agosto la Casa de Melilla en Málaga, como demostración de admiración, respeto y de cariño, le hizo a Antonio Aznar, la entrega de una placa en la que dice: “La Casa de Melilla en Málaga a Don Antonio Aznar Alaminos en reconocimiento a su labor y colaboración constante con nuestra Casa. Málaga 18 de agosto de 2003 ”. Paco Benitez, amigo de la infancia en Ataque Seco, dueño de Los Salazones y Ramoní, fueron objeto igualmente de sendos homenajes. La presencia de don Francisco de La Torre, Alcalde de Málaga, el senador por Málaga, Joaquín Villanova; Joaquín Ramírez, presidente del PP Provincial; Mercedes (ignoro el apellido), concejal de distrito, el eurodiputado melillense Jorge Hernández Mollar, los máximos dirigentes del Club Deportivo Málaga, y una gran cantidad de melillenses desplazados a Málaga para disfrutar de esta feria asistieron y aplaudieron con emoción. Porque la verdad, el acto fue emotivo. Ese mismo día Fernando Escobar le hizo entrega a Antonio Aznar de un precioso obsequio como “Buen Melillense, gran persona y mejor amigo” de un barco a remo a escala reducida que aquí en Málaga llaman jábega y nuestros fronterizos cárabo (playa de los Cárabos). A Fernando Escobar mucha gente que peina canas lo recordará por haber vivido desde chiquitillo, -me gusta decir chiquitillo-, en una de las viviendas del Banco de España.
No sé si muchas personas sabrán de Antonio Aznar su trayectoria de melillense fuera de Melilla. Yo sí que la sé, y créanme que hace patria de nuestra tierra, junto a su esposa Aurelia, con toda la dignidad y el orgullo que poseen los dos. Y sobre hacer patria les tengo que decir que José Manuel Casado me comentaba con pena que por Málaga se vio al Viceconsejero de Turismo de Melilla pasear en compañía de varias personas, y no tener la gentileza, la merced, la curialidad de visitar la Casa que su Ciudad tiene en esta otra orilla, que tan falta de estímulos y de jurdó (DINERO) está. De “alto protocolo” sé más bien poco, solo sé que en la ciudad de Málaga residimos muchos miles de melillenses, y quizás me quede cortito; unos empadronados en Melilla y otros aquí, y como soy tan ignorante, -que le vamos a hacer-, y también para que alguien me lo explique, para así enterarnos todos: ¿Cómo no ha habido en el transcurso de la semana de feria malagueña una autoridad de la Ciudad Autónoma representando a todos los melillenses en la preciosa caseta que la Casa de Melilla tiene instalada en el Real del Cortijo de Torres?. Quizás el señor Viceconsejero de Turismo estuviera de incógnito y quiso ser ignorado circulando por Málaga en feria entre el bullicio de sus calles céntricas, por la que se pueden ver a centenares de melillenses como él que solo han venido a pasarlo bien. Quizás también puede que sea un señor tímido que no le gusta que esta clase de homenajes se le hagan a otras personas y no a él; perdón, es un suponer, ¡eh!. El caso es que toda la directiva de la Casa de Melilla en Málaga está muy mosqueada. Yo diría que están entristecidos con un ramalazo de frustración, y si me apuran un poco, diría que se sienten abandonados por las autoridades melillenses. Con lo bien que hubiese quedado el señor Viceconsejero de Turismo en su Caseta, digo suya y con mayúsculas, al igual que lo es de todos los melillenses residentes en las dos orillas, tomando unos vinitos en compañía de sus paisanos; todos contentos, alegres y ¡olé!, por su presencia y representando a nuestra bonita ciudad. Hay que ver, con lo poco que cuesta la cortesía y lo mucho que gana siempre que se emplea. ¿ Pues saben lo que les digo ?, que él se lo perdió, y la huella de su descortesía para con sus paisanos se quedó indeleble aquí en la ciudad hermana de Málaga.
Yo, de momento y como es preceptivo, y también por la alegría del homenaje, les envío mi sincera y emotiva enhorabuena y un abrazo a Antonio Aznar, a Paco Benitez y a Ramoní, y que la feria de nuestra Ciudad la disfruten con la alegría y la sana envidia de los que nos encontramos ausentes.
Por el mucho calor que hace, ¡ tela marinera ! y reciban un cordial y refrescante saludo.
Juan J. Aranda
Málaga 25 de agosto de 2003
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