Algo sobre el Cristo de Limpia de San Agustín 07/07/03
ALGO SOBRE EL CRISTO DE LIMPIA DE SAN AGUSTÍN
Mi madre que era muy devota del Cristo de Limpia de vez en cuando se ponía su vestido de paseo y a mí me colocaba una blusa pescadera con su cintita al cuello, hecha por ella que era modista, y un pantalón que me llegaba por las rodillas, que no me gustaba nada, porque parecía un niño litri, ahora llamado pijo. “La camiseta por dentro de los calzoncillos, y la camisa por fuera de ellos pero por dentro del pantalón, y los boquetitos del cuerpo, todos limpios”. Había que obedecer a Mariquita, menuda era ella para el aseo corporal y la vestimenta limpia. Nos montábamos en la COA y nos apeábamos en el Doker para visitar a su amiga doña Concha en los pabellones militares. Después de los cafés con leche y el bollo (chusco) con mantequilla, y los besitos que me daba doña Concha, y “lo bien que estás María, igual que tú Concha”, andábamos unos metros hasta la iglesia de San Agustín tirándonos allí casi media hora ante la imagen del Cristo de Limpia pidiéndole, ella claro está, porque yo era muy chiquitillo, que la salud no nos abandonase y que el sueldo de mi padre llegase a final de mes; cosa poco probable e ilusoria en muchas familias modestas de aquéllos años, finales de los cuarenta. Bueno, pues me he enterado que ese Cristo de Limpia no se encuentra en la iglesia, que ha “desaparecido en combate”. Nadie sabe donde se encuentra su imagen y a mucha gente, lógicamente, le gustaría saber donde está instalada, quién la tiene. Si la tiene algún o alguna “meapilas”, con perdón, particular que la reponga a su antiguo emplazamiento, que es donde debe estar para ser venerada como hace muchos años por personas devotas de todos los barrios de Melilla.
En esa misma iglesia, allá a finales del año 1970, el padre Domingo nos casó a Ana Mari y a mí, motivo junto a la devoción de mi madre por ese Cristo por el que le tengo un especial cariño nostálgico a San Agustín. Pero hay más. Por lo visto, me dicen que las campanas de esa iglesia tocan sin fuerza; les falta “fuelle” y esa gracia del repiqueteo campanil. Un cachondo dice que eso es porque el cura “no le paga a Gaselec”, como si el pobre hombre tuviese la culpa de que las campanas de llamadas al culto no tienen fuerza suficiente. Yo creo que eso será competencia de algún organismo el revisarlas periódicamente, como el relojero encargado de que funcionen los relojes públicos; como los bomberos que apagan los incendios arriesgando sus vidas; como los funcionarios de orden público, que también sufren lo suyo; como los sufridos barrenderos que limpian las mierdas de los perros y gatos de muchos amos guarros que las dejan donde sus canes y sus mininos las depositan. En los autobuses de Málaga se pueden ver dos fotografías referentes a esto último. Se ve un perro con unos dodotis puestos en las patas traseras, como nuestros bebés los llevan en sus piernas, para que la fulañí no se le corra por las patas abajo; en la otra se ven dos manos con una bolsa de plástico, y debajo de ambas, en letras grandes se lee : “O se lo pones o te lo llevas”. Si alguien de Medio Ambiente lee esto le aconsejo que lo lleve a la práctica, así muchas conciencias se revolverían y cuidarían de que las mierdas de sus amigos los perros y los gatos llegasen a contenedores de basuras en vez de dejarlas en las aceras como vergonzoso y apestoso ornato mobiliario público.
Llevo leyendo este diario con periodicidad desde hace unos años y observo, si me equivoco que me rectifiquen, que los de la Asociación de Estudios Melillenses se pronuncian muy poco en temas petitorios. Parece como si lo que solicitan fuese para ellos; como si pedirle a las autoridades cosas que están dentro de la lógica fuera un pecado. Señores de la A.E.M. : ¡ánimo, joder!, que el que no llora no mama, y no se duerman como los ricos camarones, porque la corriente de los políticos se llevan sus peticiones; anda, me ha salido con rima y todo. Todo el mundo sabe que el “buen” político es un artista en evitar que la gente se preocupe de lo que le atañe y le importe. Yo creo que si de vez en cuando reivindican, reclaman, dan caña, sin confundir con cañazos, ya que es actuar sobre algo para que vaya más deprisa y más fuerza, como por ejemplo la limpieza en las calles de El Pueblo y el cuidado de sus instalaciones; me refiero a las de la A.E.M. que en invierno hace una rasca que te cagas, habrá alguna alma caritativa que les hará caso. Un buen amigo me dice que el día que baldeen las callejuelas centenarias la mierda saldrá navegando Peñuelas abajo hasta la Puerta de la Marina. ¿Pero de verdad están tan sucias ?. Si es así, pues que las limpien y las dejen como la Plaza de España, que también los vecinos de El Pueblo pagan sus impuestos. Digo todo esto sin un ápice de acritud, créanme que lo hago con respeto, con mucho respeto hacia los flamantes políticos para que se estrenen, para que vayan cogiendo “rodaje” y así la gente de la A. E. M. con José Luís Blasco a la cabeza, se pongan contentos y puedan trabajar a gusto. Porque sabrán ustedes que si hay jurdó (dinero en caló), las penas con pan son menos, en este caso con algunos euros, aunque sean algunos, ...... miles de ellos; ¿ y porqué no?, digo yo con ilusión.
A los dirigentes de la Casa de Melilla en Málaga y en concreto a su presidente, mi amigo José Manuel Casado, nostálgico del casino del Hipódromo (que ya no existe), su barrio, les voy a pedir un favor muy especial; es cosa sin importancia para ellos pero sí para la A.E.M. . Los boletines de las Casas de Melilla en las distintas ciudades de la Península y de Israel los reciben con periodicidad, todos menos los de Málaga, con lo cerquita que estamos; el motivo no lo sé, más bien me inclino por un despiste “traspapelero”. Así que ya sabéis queridos paisanos en Málaga, enviad, a ser posible por correo urgente, los boletines a los de la A.E.M. para que sea fluida la buena relación desde la distancia de las dos orillas.
Hasta la próxima y cuidense. Reciban un saludo.
Juan J. Aranda
Málaga 7 de Julio, (San Fermín), 2003
Mi madre que era muy devota del Cristo de Limpia de vez en cuando se ponía su vestido de paseo y a mí me colocaba una blusa pescadera con su cintita al cuello, hecha por ella que era modista, y un pantalón que me llegaba por las rodillas, que no me gustaba nada, porque parecía un niño litri, ahora llamado pijo. “La camiseta por dentro de los calzoncillos, y la camisa por fuera de ellos pero por dentro del pantalón, y los boquetitos del cuerpo, todos limpios”. Había que obedecer a Mariquita, menuda era ella para el aseo corporal y la vestimenta limpia. Nos montábamos en la COA y nos apeábamos en el Doker para visitar a su amiga doña Concha en los pabellones militares. Después de los cafés con leche y el bollo (chusco) con mantequilla, y los besitos que me daba doña Concha, y “lo bien que estás María, igual que tú Concha”, andábamos unos metros hasta la iglesia de San Agustín tirándonos allí casi media hora ante la imagen del Cristo de Limpia pidiéndole, ella claro está, porque yo era muy chiquitillo, que la salud no nos abandonase y que el sueldo de mi padre llegase a final de mes; cosa poco probable e ilusoria en muchas familias modestas de aquéllos años, finales de los cuarenta. Bueno, pues me he enterado que ese Cristo de Limpia no se encuentra en la iglesia, que ha “desaparecido en combate”. Nadie sabe donde se encuentra su imagen y a mucha gente, lógicamente, le gustaría saber donde está instalada, quién la tiene. Si la tiene algún o alguna “meapilas”, con perdón, particular que la reponga a su antiguo emplazamiento, que es donde debe estar para ser venerada como hace muchos años por personas devotas de todos los barrios de Melilla.
En esa misma iglesia, allá a finales del año 1970, el padre Domingo nos casó a Ana Mari y a mí, motivo junto a la devoción de mi madre por ese Cristo por el que le tengo un especial cariño nostálgico a San Agustín. Pero hay más. Por lo visto, me dicen que las campanas de esa iglesia tocan sin fuerza; les falta “fuelle” y esa gracia del repiqueteo campanil. Un cachondo dice que eso es porque el cura “no le paga a Gaselec”, como si el pobre hombre tuviese la culpa de que las campanas de llamadas al culto no tienen fuerza suficiente. Yo creo que eso será competencia de algún organismo el revisarlas periódicamente, como el relojero encargado de que funcionen los relojes públicos; como los bomberos que apagan los incendios arriesgando sus vidas; como los funcionarios de orden público, que también sufren lo suyo; como los sufridos barrenderos que limpian las mierdas de los perros y gatos de muchos amos guarros que las dejan donde sus canes y sus mininos las depositan. En los autobuses de Málaga se pueden ver dos fotografías referentes a esto último. Se ve un perro con unos dodotis puestos en las patas traseras, como nuestros bebés los llevan en sus piernas, para que la fulañí no se le corra por las patas abajo; en la otra se ven dos manos con una bolsa de plástico, y debajo de ambas, en letras grandes se lee : “O se lo pones o te lo llevas”. Si alguien de Medio Ambiente lee esto le aconsejo que lo lleve a la práctica, así muchas conciencias se revolverían y cuidarían de que las mierdas de sus amigos los perros y los gatos llegasen a contenedores de basuras en vez de dejarlas en las aceras como vergonzoso y apestoso ornato mobiliario público.
Llevo leyendo este diario con periodicidad desde hace unos años y observo, si me equivoco que me rectifiquen, que los de la Asociación de Estudios Melillenses se pronuncian muy poco en temas petitorios. Parece como si lo que solicitan fuese para ellos; como si pedirle a las autoridades cosas que están dentro de la lógica fuera un pecado. Señores de la A.E.M. : ¡ánimo, joder!, que el que no llora no mama, y no se duerman como los ricos camarones, porque la corriente de los políticos se llevan sus peticiones; anda, me ha salido con rima y todo. Todo el mundo sabe que el “buen” político es un artista en evitar que la gente se preocupe de lo que le atañe y le importe. Yo creo que si de vez en cuando reivindican, reclaman, dan caña, sin confundir con cañazos, ya que es actuar sobre algo para que vaya más deprisa y más fuerza, como por ejemplo la limpieza en las calles de El Pueblo y el cuidado de sus instalaciones; me refiero a las de la A.E.M. que en invierno hace una rasca que te cagas, habrá alguna alma caritativa que les hará caso. Un buen amigo me dice que el día que baldeen las callejuelas centenarias la mierda saldrá navegando Peñuelas abajo hasta la Puerta de la Marina. ¿Pero de verdad están tan sucias ?. Si es así, pues que las limpien y las dejen como la Plaza de España, que también los vecinos de El Pueblo pagan sus impuestos. Digo todo esto sin un ápice de acritud, créanme que lo hago con respeto, con mucho respeto hacia los flamantes políticos para que se estrenen, para que vayan cogiendo “rodaje” y así la gente de la A. E. M. con José Luís Blasco a la cabeza, se pongan contentos y puedan trabajar a gusto. Porque sabrán ustedes que si hay jurdó (dinero en caló), las penas con pan son menos, en este caso con algunos euros, aunque sean algunos, ...... miles de ellos; ¿ y porqué no?, digo yo con ilusión.
A los dirigentes de la Casa de Melilla en Málaga y en concreto a su presidente, mi amigo José Manuel Casado, nostálgico del casino del Hipódromo (que ya no existe), su barrio, les voy a pedir un favor muy especial; es cosa sin importancia para ellos pero sí para la A.E.M. . Los boletines de las Casas de Melilla en las distintas ciudades de la Península y de Israel los reciben con periodicidad, todos menos los de Málaga, con lo cerquita que estamos; el motivo no lo sé, más bien me inclino por un despiste “traspapelero”. Así que ya sabéis queridos paisanos en Málaga, enviad, a ser posible por correo urgente, los boletines a los de la A.E.M. para que sea fluida la buena relación desde la distancia de las dos orillas.
Hasta la próxima y cuidense. Reciban un saludo.
Juan J. Aranda
Málaga 7 de Julio, (San Fermín), 2003
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