viernes, marzo 10, 2006

Con simpatía para izquierda republicana 14/06/03

CON SIMPATÍA PARA IZQUIERDA REPUBLICANA


Pues tienen razón, qué duda cabe: la bandera republicana, la tricolor de la II República Española lleva un escudo en la banda central que por cimera se puede ver una corona mural (amurallada) o almenada, y como persona bien nacida en los años en que Franco tenía a España acojonada, a toque de cornetín de orden, y las cárceles llenas de perdedores humillados, y el mundo entero loco perdido dándose guantazos a diestro y siniestro, también soy muy agradecido con las personas que me enseñan; y los señores de Izquierda Republicana me han dado una lección de historia que me he quedado ahíto de satisfacción. De verdad que no esperaba esa respuesta en la que me tienen por persona formada e informada. Uno hace sus pinitos desde hace tiempo; mayormente por el amor que siento por la Historia de mi País. Y también, por mi ciudad, mi Melilla, que está de guapa la tía; bueno ella siempre lo fue desde que Marte, el dios de la guerra, el muy cabrón, no se pasea por sus calles con recochineo como hace décadas. Deben perdonarme si les digo que mientras leía su respuesta, que a mí me pareció un pelín cabreada, y ver la cara de Franco con su bigotito, todo serio, me traía recuerdos de los cuadros que existían en las escuelas y lugares oficiales. Mirar al “Generalísimo” en todo lo alto del artículo mientras les contesto, me parece entresacado de los sellos de dos reales, o 0’50 céntimos de peseta; lo de los céntimos de pesetas lo digo por si algún niño lo lee no los confunda con los céntimos del euro.
No deseo que tomasen esto como un consejo, para eso están los libros. Solo deseo que la página de la Historia de España en la que figura Franco y sus 40 años de dictadura todos los escolares actuales la sepan y la entiendan con objetividad, y mientras más personas tanto mejor, lo que fue ese “maldito régimen”, como dicen ustedes. A mi me sabe muy mal que un colegial crea que Franco fue un futbolista o un cantante de rock. Que sí, que hay chaveas por ahí que no tienen idea quién fue el personaje. Lo digo por propia experiencia, aunque resulte jocoso. Hay que enseñarles sin rencor, sin odio, siendo objetivo en la explicación, qué fue y qué representó ese señor para los españoles. Porque si somos subjetivos ya la tenemos liada otra vez con los azules y los colorados.
Yo no intentaba sembrar confusión en mi carta, solo era pura y simple curiosidad para que mi “profunda ignorancia” supina, diferenciara que una corona almenada es distinta a las demás que existen en la nobleza de España. Si piensan que me ha llevado mala fe en mi escrito hacia ustedes, créanme que lo han debido interpretar de una manera distinta, o quizás mi ignorancia en estas lides haya hecho que lo vean así. Pero les repito: de mala fe, nada de nada. También puede que haya sido por mi humor con acedera, como me dijo Casaña una vez que me dedicó un poema, que guardo con todo mi cariño.
Cuando dicen que son radicalmente democráticos, sus razones tendrán, y mi respeto es profundo, yo solo soy un modesto demócrata que desde hace muchos años juego por la banda izquierda, a más no llego; y como ya digo, nací en Melilla “La Adelantada” y me crié en sus calles.
Y sobre el “fascismo franquista” que dicen se respira en Melilla con sus “monumentos del horror, de la guerra y de su propia victoria son un patrimonio común de los melillenses, cuando son algo creado para la ofensa ...”. Yo les digo que en Melilla existe un Parlamento elegido por los melillenses donde se deben dilucidar todas estas cuestiones. Pero tengan en cuenta que a los personajes como Franco y a todo lo que su régimen representó durante 40 años, no se les puede medir como a los peces vivos. A éstos si son de la envergadura como el franquismo, dará coletazos e impedirá que se le mida bien. Esperen una generación más y verán cómo al menos sabremos, si es que vivimos, lo que mide la cola, porque por la cabeza aún muerde, (ejemplos háilos) y eso que hace 28 años que se le olvidó de respirar. Ahora que lo que hacen algunos “pintamonas” cobardicas de pintarrajear las paredes de una Institución, como la de la Asociación de Estudios Melillenses, que son amantes de la Historia de nuestra ciudad, como destrozar el mobiliario urbano, mobiliario que todos pagamos con nuestros impuestos, ahí me planto y digo no, y basta ya, por favor. Todo esto lo digo sin acritud. Mucha gente en Melilla, yo me incluyo, creo que estarían de acuerdo en que los símbolos franquistas los guarden como recuerdo en las galerías, en las minas de El Pueblo, como Joaquín Costa pedía para la espada del Cid, que se guardara ésta con doble llave para que no saliera a nuevas aventuras. Pero si aún no se puede hacer, debemos aguantar democráticamente su presencia y respetarlas en sus emplazamientos. Por un motivo muy simple: una mayoría de personas desean que aún estén donde están, porque esa mayoría es la fuerza política que ha salido de las urnas.
Yo creo y pienso que la democracia no es una actitud política, es una actitud ante la vida diaria; de convivencia entre tus amigos, tus vecinos, tus compañeros de trabajo, y lo más importante: entre tu família. Un señor muy mayor que amaba a Melilla me decía siempre que dudara de los que han encontrado la verdad, y que creyera a los que la buscan.
Hay un adagio de don Jacinto Benavente que dice: “Todas las madres y todas las patrias nos quieren pequeños para que seamos más suyos. La diferencia es que la madre llora cuando acaricia”.
Sin acedera, reciban un cordial y sincero saludo .

Juan J. Aranda
Málaga 14 de junio de 2003