viernes, marzo 10, 2006

POEMAS AGOSTO 2003

POEMAS AGOSTO 2003





CUALQUIER DÍA DE CUALQUIER AÑO

Cuando se cristaliza el tiempo entre mis párpados
El mar me devuelve y me trae
Los recuerdos de la otra orilla.
Era febrero del 85 en Melilla cuando
A borbotones la lluvia caía
Y mi pobre madre en su tumba
Para siempre dormía.






A mi madre, enterrada en el cementerio de la Purísima, el de los Héroes, junto a mi padre .


























A LOS CALLEJONES DE ATAQUE SECO DE LOS 50


La primavera se abre con sus días floridos
Y el viento suave pasea por los tejados.
El día es redondo y luminoso
Cuando mi memoria se recrea
En sus callejas de abecedario
Donde las formas de sus casas
Pasan del azul al verde
Y al soleado blanco enjalbegado
Pero nunca ríen con el negro.
La lluvia sobre los tejados hogaño
No se parece como antaño
Como la huella de su gente que
Hace varias décadas conocí.



Cambio en las personas y en las viviendas después de varios años.
Málaga septiembre de 1998













EL GURUGÚ NEVADO

En el Gurugú una mañana de escarchas marmóreas
La niebla compacta despidió a la luna con desdén.
Callado el sol por las nubes grises
El árbol joven en silencio baila con la brisa
Moviendo sus ramas altivas donde solo
Los viejos con sus cortezas son los que hablan
Entre las nubes y los pájaros que se juntan.


Escrito en el Destacamento de la Desinfección Vizcaya en la Hípica (Sanidad Militar) en el año 1965 después de una fría noche a solas con un negro teléfono colgado en la pared y sin estufa alguna. Quien me relevó en la guardia fue mi buen amigo y compañero de colegio y mili, Francisco Betoret Paneque, que desde estas humildes líneas le envío un abrazo.
























RETAZOS DE MI MEMORIA

Uno de los paisajes que llevo en mi memoria
Es de las calles que huelen a sal en el Mantelete
El de los “gloriosos” bocadillos de sardinas y atún
Como los de fruta podrida siempre
Al mediodía en el Rastro.
El de la ropa vieja con su sempiterno saco y
Sus trueques dando voces
Por las calles de siestas silenciosas.




Aquéllos bocadillos que por poco dinero nos zampábamos paseando por el Puerto de Melilla y el viejo Abd -Elkader que te cambiaba un pantalón viejo por un vaso de duralex. Pónganle la fecha que quieran de la década de los 50.































A LOS TORREONES DE RUSADIR

Melilla, qué lejos me quedas
Desde La Concepción,
Desde Las Cabras,
Desde La Florentina,
Desde Las Cinco Palabras
Con sus lienzos de piedra
Donde solo me habla el viento
Que el mar dislocado agita.


Málaga año de 1999





















AL BARCO “EL MELILLERO”


Por las crestas de las olas
Con voluptuosas espumas blancas
Salen del Mare Nostrum las voces
Cantando al Puchol, que navegando
Lo cruza en solitario
Desde el Rusadir amurallado
Hasta esta malagueña bahía.


No recuerdo el año en uno de mis viajes de Melilla hacia Málaga.