SOBRE PRÓNUBAS Y PREGONEROS 14/09/2003
SOBRE PRÓNUBAS Y PREGONEROS
Leo en este periódico del jueves 4 de septiembre que el hospital de la Cruz Roja se rehabilitará a primeros del próximo año, respetando el valor histórico del inmueble; y lógicamente supongo que al arquitectónico también le lavaran la cara. Sobre este edificio yo, muy particularmente, les recomiendo que lean el libro “Cuadernos de la Historia de Melilla” de 172 páginas que la Asociación de Estudios Melillenses editó en 1988 (un tesoro). Se compone de publicaciones de varios autores en el Telegrama de Melilla, como José Luís Blasco López, Juan Díez, Antonio Bravo Nieto, Francisco Saro Gandarillas, y otros. En la página 162, según Saro Gandarillas, el vetusto edificio que todos los melillenses conocen como el Hospital de la Cruz Roja fue construido para ser un colegio, en el que muchas personas deseaban que se impartiera la pedagogía del Padre Manjón, tan de moda en aquéllos años. El 6 de enero de 1915 se colocó la primera piedra, y debajo de ésta, como era preceptivo, se depositaron las habituales monedas de plata de curso legal, los últimos periódicos de esos días, y el acta para que se supiera, en caso de posterior demolición, todo lo referente a la construcción del edificio. El presidente de la Junta de Arbitrios, general Villalba Riquelme, llegado a Melilla de coronel cuando la campaña del Kert, fue el impulsor de su construcción con la inestimable ayuda del capitán D. José de la Gándara. Los dos tienen, con todo merecimiento, sus nombres rotulados en sendas calles de la ciudad. Qué pena que don Julio Moreno, maestro de música de varias generaciones de melillenses aún no la tiene, pero sí Napoleón, sin que éste lo mereciera, y si la razón no me asiste que me lo diga alguien más enterado que yo en la materia. Y como todo el mundo sabe dicho edificio, que fue construido para albergar 252 alumnos, nunca se impartieron clases en sus aulas, sino que sirvieron para lo que siempre fue, hospital.
También leo que Marujita Díaz y J. Manuel Parada anuncian la compra de una vivienda en Melilla, lo mismo que Sara Montiel, su acompañante “El Golosinas”, al que llaman “El Chuparkía”, y la vedette Norma Duval dijeron en los días de su estancia en la ciudad. Y lo que pensaba escribir sobre ellos al respecto de su madrinazgo y pregón de la feria hoy sábado día 13 y verlos en la primera cadena de TVE junto al presidente de la Ciudad me ha hecho cambiar. Porque yo, a toda persona que fomenta y le echa flores con cariño a Melilla merece un respeto y agradecerle el cariño con que habla de sus gentes y sus calles. Aunque más tarde en la cadena Tele 5 en el programa “Visto y no Visto” se vieran Marujita Díaz y Parada a bordo de un barco por la costa de Melilla en unas escenas pantagruélicas con tocamiento en las partes pudendas de Parada por parte de la anciana tonadillera, enseñando ésta la teta izquierda y su entrepierna en la más pura chabacanería en el lenguaje y maneras que eran impropias de personas educadas, dando pena y vergüenza ajena, por su ordinariez y mal gusto.
Como muchas otras personas yo tengo una opinión de quién debiera haber sido la madrina y el pregonero de las fiestas. El pregonero, según mi modesta opinión, a pesar de que no tengo el placer de conocerlo, debiera de haber sido el homenajeado profesor don Antonio Bravo, historiador melillense y estudioso de la Historia de Melilla que imagino hubiera dado unas pinceladas de amor hacia su ciudad, sobre su devenir desde que es España hace más de cinco siglos. También pudo ser Juan Díez Sánchez, socio de la Asociación de Estudios Melillenses, estudioso y experto conocedor de los festejos habidos en Melilla desde hace varias décadas. Igualmente tengo varios nombres más en la memoria, como el de José Luís Blasco López, Presidente de la A.E.M., experto en “beaterias”, en santos, vírgenes, y conocedor de todas las iglesias que existen en Melilla; hombre enamorado, culto y estudioso de la Historia de nuestra ciudad, como lo son todos sus miembros. El de Antonio Abad, editor, residente en Málaga, poeta premiado en 1986 con el Premio Internacional de Poesía “Ciudad de Melilla”, escritor melillense autor, entre otras obras de La Mudanza, Quebdani, El Cerco de la Estirpe. El de Severiano Gil, autor de El Cañón del Gurugú; por citar algunos, ya que la lista sería interminable. ¡¡ Cultura, señores políticos !!, mucha cultura, acompañada de folklore, que es el conjunto de tradiciones, creencias, fiestas y muy particularmente la música popular, la nuestra, la de nuestros padres y abuelos, pero practicando su significado inglés: folk = pueblo y lore = ciencia.
Y sobre quién debiera de haber sido la madrina, ustedes señores políticos lo tienen muy fácil, pero claro, no sumarían votos, que es lo que siempre andan buscando. Pero como les faltan cuatro años para las próximas elecciones, por una vez no va a pasar nada; de todas formas vayan a la Residencia de la Seguridad Social, o a la Gota de Leche, coman con ellos, háganles sonreír para que sus arrugas se atiranten, mézclense con todos ellos y entérense de quién es la señora de más edad, la más vieja, y si puede ser la más pobre y humilde, y además sin familia, tanto mejor; y después nómbrenla prónuba de la ciudad en las próximas fiestas de septiembre de 2004, cúbranla de regalos y vestidos para que sea la madrina más guapa, ya verán la alegría que se le reflejaría en su anciana cara y en la de sus compañeras y compañeros. Deben saber que los años cumplidos arrugan la piel, como las pasas, pero renunciar al entusiasmo y a la alegría arruga el alma de cualquiera, y más de los ancianos. Señores políticos: la vejez es la única condena que no tiene derecho a recurso, solo ustedes tienen el poder de dulcificarla con sus acciones. Como verán esto de nombrar madrina de la Fiesta Mayor a una anciana, y además residente en una residencia para mayores, parece ser utópico, como una ilusión imposible, que muchos “folkloricos” caneisitos-verbeneros no entenderían (que se aguanten), pero que sería muy efectivo a la hora de agradar a la gente sencilla, al pueblo llano que deposita su papelito cada cuatro años en la cajita en los colegios. Confucio decía que gobernar significa rectificar, así que hagamos caso de ese chino tan sabio. Y como las ideas no se imponen (quién soy yo para eso), sino que se proponen, es lo que modestamente hago: proponer una cosa que a mucha gente de Melilla les hubiera agradado ver en esta feria centenaria.
Reciban un cordial saludo.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home