sábado, agosto 26, 2006

PROPUESTAS PARA DEFINIR AL LECTOR IDEAL 01/12/03



PROPUESTAS PARA DEFINIR AL LECTOR IDEAL

El lector ideal es el escritor en el instante anterior a la escritura.
El lector ideal no reconstruye un texto: lo recrea.
El lector ideal no sigue el hilo de la narración: avanza con él.
Un célebre programa de radio para niños en la BBC siempre comenzaba con la pregunta: “ ¿ Estáis sentados cómodamente?. Entonces podemos empezar. El lector ideal sabe sentarse cómodamente.
Imágenes de San Jerónimo lo muestran detenido en su traducción de la Biblia, escuchando la palabra de Dios. El lector idean debe aprender a escuchar.
El lector ideal es un traductor. Es capaz de desmenuzar un texto, retirarle la piel, cortarlo hasta la médula, seguir cada arteria y cada vena, y luego poner en pie a un nuevo ser viviente. El lector ideal no es un taxidermista.
El lector ideal existe en el momento que precede a la creación.
Para el lector ideal, todos los recursos literarios son familiares.
Para el lector ideal, toda anécdota es novedosa.
“Uno debe ser algo inventor àra leer bien”. (Ralph Waldo Emerson).
El lector ideal tiene una ilimitada capacidad de olvido. Puede borrar de su memoria el hecho de que el Dr. Jekyll y Mr. Hyde son la misma persona, que Julien Sorel serásecapitado, que el nombre del asesino de Roger Ackroyd le es desconocido.El lector ideal sabe aquello que el escritor sólo intuye.
El lector ideal subvierte el texto.
El lector ideal no se fía de la palabra del escritor.
El lector ideal procede por acumulación: cada vez que lee un texto, agrega una nueva capa de memoria al cuento.
Todo lector ideal es un lector asociativo. Lee como si todos los libros fueran la obra de un único escritor, prolífico e intemporal.
El lector ideal no puede volcar su conocimiento en palabras.
Al cerrar un libro, el lector idealsiente, que de no haberlo leído, el mundo sería más pobre.
El lector ideal es como Joseph Joubert que arrancaba de los libros de su biblioteca las páginas que no le gustaban.
El lector ideal tiene un perverso sentido del humor.
El lector ideal nunca cuenta sus libros.
El lector ideal es a la vez generoso y avaro.
El lector ideal lee toda literatura como si fuera anónima.
El lector ideal usa con placer el diccionario.
El lector ideal juzga a un libro por su cubierta.
Al leer un libro de hace siglos, el lector ideal se siente inmortal.
El lector ideal no sabe si es o no el lector ideal hasta después de acabado el libro.
El lector ideal comparte la ética de Don Quijote, el deseo de Madame Bovaru, el espíritu aventurero de Ulises, la desfachatez de Zazie, al menos mientras dura la narración.
El lector ideal es politeísta.
El lector ideal lee para encontrar preguntas.
Todo libro bueno o malo tiene su lector ideal.
Para el lector ideal, todo libroes, en cierta medida, su autobiografía.
El lector ideal no tiene una nacionalidad precisa.
A veces, un escritor debe esperar varios siglos para encontrar a su lector ideal.
El lector ideal según Stendhal: “ Escribo para apenas cien lectores, para seres infelices, amables, ancantadores, nunca morales o hipócritas, a quienes me gustaría complacer. Apenas si conozco uno o dos.”.
El lector ideal cambia con la edad.
El lector ideal de los Veinte poemas de amor de Neruda a los catorce años puede no serlo a los treinta. La experiencia empaña ciertas lecturas.
Pinochet, al prohibir Don Quijote por temor a que el libro pudiera leerse como una defensa de la desobediencia civil, fue su lector ideal.
El lector ideal nunca agota la geografía de un libro.
El lector ideal debe estar dispuesto a no sólo suspender su incredulidad sino a adoptar una nueva fe.
El lector ideal nunca dice: “Si solamente.....”.
Escribir en los márgenes de un libro es marca de un lector ideal.
El lector ideal proselitiza.
El lector ideal es veleidoso sin sentirse jamás culpable.
El lector ideal puede enamorarse de al menos uno de los ersonajes de un libro.
“Hay tres clases de lectores: la primera, aquéllos que gustan de un libro sin juzgarlo; la tercera, aquéllos que lo juzgan sin gustarlo; y otra, entre las dos, que juzgan mientras gustan de un libro y gustan de un libro mientras lo juzgan. Estos últimosdan nueva vida a una obra de arte, y no son muchos”. Goethe en una carta a Friedrich Rochlitz.
El lector ideal es pocas veces sentimental.
El lector ideal desea llegar al final del libro y, al mismo tiempo, que el libro no acabe.
El lector ideal nunca se impacienta.
El lector ideal es ( o parece ser ) más inteligente que el escritor. Pero no por eso lo menoscaba.
Llega un momento en que todo lector se con sidera un lector ideal.
Las buenas intenciones no producen lectores ideales.
El lector ideal es el personaje principal de la novela.
El lector ideal es alguien con quien el escritor podría pasar la noche a gusto, con una copa de vino.
No debe confundirse lector ideal con lector virtual.
La literatura depende, no de lectores ideales, sino de lectores suficientemente buenos.
Un escritor nunca es su propio lector ideal.