sábado, agosto 26, 2006

A MANUEL PALOMO 17/11/03

A MANUEL PALOMO, PRESIDENTE DE LA ASOCIACION CULTURAL DE ANTIGUOS RESIDENTES DE VILLA SANJURJO-ALHUCEMAS Y DEL MUSEO MAPAL EN MADRID.


Tengo ante mí una carta que Manuel Palomo, Presidente de la Asociación Cultural Antiguos Residentes de Villa Sanjurjo-Alhucemas con sede en Madrid, dirige al Defensor del Pueblo solicitando de “su benevolencia” que le indique si las reclamaciones que formula están bien dirigidas o debe enviarlas a otra Institución. Quede claro que Manolo Palomo hace sus reclamaciones en nombre del colectivo de españoles repatriados que tuvieron que salir, algunos con lo puesto, del Protectorado en 1956. Su alegato no tiene desperdicio alguno. Dice, y con toda la razón del mundo, que a algunos colectivos, como el de abogados, cobraron 150.000 pesetas de la época. A los funcionarios y militares se les dieron viviendas y como es lógico conservaron sus puestos de trabajo; pero a los civiles, gente currante como pescadores, panaderos, fontaneros, soldadores, mecánicos, albañiles que no tenían acceso al BOE, (que no se enteraron de nada) se fueron con una mano atrás y otra delante. Dice que el Gobierno (yo digo que más bien es el Estado) está en deuda con todos los españoles que nacieron en el Protectorado y que España (el Gobierno de Franco) repatrió por toda su geografía, por lo que solicita UNA SUBVENCIÓN O INDEMNIZACIÓN (lo pone con mayúsculas para que resalte) como la que recibió el colectivo de abogados de Tetuán, o lo que han recibido los militares de la otra zona. Creo que se refiere a las indemnizaciones, auspiciadas por el PSOE cuando gobernaba, y que con todos los derechos han cobrado, ya ancianos, algunos militares republicanos. También se refiere a los Padres de la Constitución que ni siquiera los mencionan en la Carta Magna. “¿No tenían ninguno de estos congresistas un familiar en Marruecos?. ¿ Qué pasa, es que no somos hijos de Dios y de los españoles que dieron sus vidas por España en África?. ¿No tenemos derecho?, ¿no podemos tener un lugar para reunirnos”. Piden un local donde poder reunirse los miembros de la asociación. Además este local serviría para su museo, que ya es conocido en la Subdirección General de Patrimonio Histórico-Artístico de la Dirección General del Ministerio de Defensa. También el Almirante Director del Museo Naval le solicita copias fotográficas sobre el desembarco de Alhucemas, de los que este museo no conserva ninguna. El Museo del Ejercito le comunica que no acepta ninguna fotografía sobre ese desembarco para ser exhibida, y le remite al Museo de Aeronáutica de Aviación, sito en Cuatro Vientos, o también al Museo del Aire. El Presidente del Gobierno, señor Aznar, le da las gracias por la invitación a que visite el museo pero: “......lamentablemente compromisos de trabajo ya contraídos para esa fecha no me lo van a permitir”.
O sea que nuestro amigo Manolo se ha dirigido por escrito a todos los estamentos oficiales donde podrían empujarle para que el museo que posee su asociación sea visitado por todas las personas que lo deseen.
Enseñar nuestra cultura, nuestra lengua, nuestra labor en Marruecos, dice que no está reconocida por nadie. Quizás no lo esté por algunos políticos ignorantes, que haberlos haylos, que es lo que más te duele Manolo, como a tantos españoles repatriados del antiguo Protectorado y residentes en esas tierras africanas de Ceuta y de Melilla. Fíjate que actualmente los melillenses y ceutíes tenemos que aguantar la impertinencia de un señor, diplomático jubilado, que nada más y nada menos dice que “hay que retrotraer las Plazas a Marruecos”. Este es uno de los sapos venenosos que los naturales de Ceuta y de Melilla estamos acostumbrados a tragar de vez en cuando, eso es sin contar las “peladillas” con almendras amargas reivindicativas que nuestro vecino nos regala de vez en cuando. Permíteme que te diga que nuestra cultura sí que está ahí, en tu pueblo, Alhucemas, como en todos los que España ha pisado llevando nuestro rico idioma de Cervantes.
Desde Málaga te deseo que la Asociación y el Museo que presides alcance lo que te has propuesto. Al menos en Melilla quedan enterados y en todas las Casas de Melilla en la Península y Jerusalén, que allí también hay muchos melillenses que añoran nuestra ciudad y leen este periódico.

Juan J. Aranda
Málaga 17 noviembre 2003