miércoles, enero 04, 2006

Una reflexión sobre la actual guerra 30/03/2003

                           UNA REFLEXIÓN SOBRE LA ACTUAL GUERRA



     Había un señor, vecino de mi barrio que parecía tener anteojeras, sin ver lo que ocurría a ambos lados de su cara; como los caballos que arrastran los coches de “punto” en el parque de Málaga; como los mulos que no paran de dar vueltas a una noria para sacar agua de un pozo, jamás se desviaba del camino trazado, siempre iba en línea recta, la suya, claro está.  Se llamaba Servando, pero todo el mundo le llamaba don Servando, el astur, por ser asturiano.  En su juventud tuvo una cantina en un poblado del Protectorado, creo que era Tistutin, en la segunda década del siglo pasado, cuando ocurrió lo del Desastre, como muchos antiguos se referían a aquél año. Su esposa era la señora Casilda, la modista, muy devota y de comunión casi diaria.  Muchos domingos se la podía ver con su cabeza tocada con un  velo negro de luto cuando bajaba por la antigua y neoclásica escalera del Sagrado Corazón con bastante ánimo cada domingo para oír la misa de las doce.  La subida solía hacerla por la cuesta del Kursaal y descansando en la murallita de la aguada frente a la primera puerta chica del parque Lobera. Entonces no estaba el Auditórium.    
     Al señor Aznar, Presidente de nuestro Gobierno, lo considero como a don Servando; de verdad que se ha puesto sus orejeras y no va a parar en destrozar su partido; lo que es la Unión Europea la ha dejado hecha unos zorros.  Los franceses, nuestros aliados ocasionales, y los de siempre, los alemanes (por lo de Carlos I nuestro, y V de ellos) ya casi ni nos miran a la cara. Y no digamos de nuestros hermanos de las Américas, que  ha hecho que en Méjico nos vuelvan a llamar Gachupines, lo que hacía varias décadas no nos decían.  Si la memoria no me falla, no hace tanto tiempo se podía leer en las paredes de todas las ciudades de España el eslogan: “Vamos a más” de su partido mayoritario que ha votado en el Congreso por mayoría (y con aplausos incluidos) a favor de la entrada en la guerra.  Yo humildemente creo que sí van a más, pero en una dirección equivocada, o sea, a peor, y en contra de la gran mayoría de los españoles .   El 93 % estamos en contra de la guerra, el 83% dice que es necesario que la ONU recupere el papel que tenía en el mundo, el 89 % dice que esta guerra es injusta, y así poco más o menos es lo que los españoles opinamos al respecto. También un vecino de Linares, ha presentado una denuncia contra el señor Aznar en el juzgado por meternos en la guerra contra Irak; y muchos vecinos de Motríl y de Almuñécar lo han secundado (El País 30/03/03).  También son ganas de armar más follón. Yo creo que estos señores del Gobierno van a peor por varias razones; por lo del “Prestige”, que tampoco parecían enterarse de nada, cuando algunos se entretenían cazando y pescando, mientras que Galicia se hundía en la mayor catástrofe de la historia; también por ésta guerra tan injusta, como todas las guerras, y por no estar abanderada por la ONU, como la del 1991, y también por decir que el Gobierno no tiene problemas de conciencia, cuando el resto de los españoles sí que los tenemos; en esto de los problemas de conciencia vamos juntos muchos de distintas opiniones políticas, incluidos concejales del PP, que ya se han despedido de sus compañeros. Antes que el señor Aznar y sus asesores lleguen a más de verdad, le ruego que cambie de dirección política para que seamos un poco más felices y así muchos y buenos amigos, militantes del PP, que tengo en ambas orillas vuelvan a sentirse orgullosos de pertenecer  a ese partido.  Ya sé que no me va hacer ni caso, y quizás ni me lea, pero espero que alguien le haya enseñado la fotografía de la niña iraquí con las piernas destrozadas por una bomba de su amigo Busch a la que un señor lloroso e impotente lleva en sus brazos sin saber como ayudarla y atenderla.  Hace unos días se podía ver en “El Mundo”, en primera página, que también hay que tener estómago para publicarla así, en la primera página.  “El País”, la ha publicado en el suplemento dominical del día 30, en sus páginas interiores, que también tiene mala “bají”. No sé si deontológicamente han pecado contra la ética de la información y esas cosas, lo que sí creo es que tardará mucho tiempo en borrarse la imagen de mi memoria.  
Hay veces que cuando leo o escucho comentarios en los medios de comunicación de todos los signos políticos pienso que la democracia a todos los partidos políticos o instituciones sociales llama calumnias a las verdades de sus adversarios y justicia a sus correligionarios, aunque éstos no lleven razón y sean unos auténticos pelotas.  
             Los brasileños, aparte de bailar la samba y jugar muy bien al fútbol, tienen un proverbio que dice: “La tierra no tiene sed de la sangre de los soldados, sino del sudor de los hombres”.  
Pues eso, a ver si algunos de los asesores del señor Aznar le ponen la fotografía de la niña iraquí encima de su mesa de despacho para así hacerlo cambiar de parecer y sacarnos del atolladero que nos ha metido y ya verá cómo los votos a su favor subirían como la espuma para envidia de la oposición.
Reciban un saludo.


                                   Juan J. Aranda
                                   Málaga 30 de marzo 2003