viernes, enero 06, 2006

Algo sobre el callejero de Melilla 05/04/2003

               ALGO SOBRE EL CALLEJERO DE MELILLA


     José Luís Blasco López, Presidente de la Asociación de Estudios Melillenses, ha tenido la amabilidad y la gentileza de enviarme un callejero de Melilla titulado : “Historia de Melilla a través de sus calles y barrios”, editado por la asociación que él preside y patrocinado por la Ciudad Autónoma de Melilla (Sociedad Pública V Centenario de Melilla S.A.) .  Al señor Blasco siempre le estaré agradecido por el gesto que ha tenido de remitirme, por correo certificado, uno de los libros referente a mi ciudad que, de verdad, me ha emocionado.  Que quieren que les diga, si soy así de romántico y agradecido con todo lo que representa mi ciudad.  Las personas que tienen el privilegio de poseer un volumen de éste callejero deben saber que tienen un tesoro histórico en sus manos, y lo digo como profesional de Correos (jubilado) que ha estado bregando con callejeros, libros de códigos postales, antiguos y modernos, y jamás me he encontrado con uno tan completo y explicativo como el que Blasco me ha enviado.   Cada calle que figura en el callejero con un nombre, al lado se puede ver la fotografía de la persona o del edificio a que se refiere .   Uno que es un curioso con respecto a los nombres de las calles de nuestra ciudad, siempre me intrigó los que ha llevado la actual Teruel, calle que he correteado desde que mis ojos vieron la luz.  Verán, como todos los antiguos vecinos de esa calle saben, siempre se le llamó calle Duque, por el General don Francisco Serrano Domínguez, Duque de la Torre; pero lo que siempre me intrigó fue el nombre que la bautizaron en la II República : “Nakens”.  Lo pongo entre comillas porque es tal y como figura en el callejero.  Y mi pregunta es: quién o qué fue “Nakens” para que Melilla rotulara una calle con ese nombre .  Mi madre me decía que a la calle Duque, en la República le pusieron un nombre muy raro.  El de la boina y el bastón porfiaba con su cuñado que el nombre de Teruel “se lo colocaron los nacionales a finales del 40”, por la batalla que se libró en la ciudad aragonesa, y no por la ciudad en sí.  Otra reflexión que puede ser una pregunta a contestar por los eruditos y bien puestos en la historia de nuestra ciudad, que sé que los hay, como el amable  señor López Domínguez con su portentosa memoria de vivencias y conocimientos en hechos acaecidos en la ciudad durante su vida.  
     El callejero es riguroso en todos los aspectos y no ha tenido más remedio que incluir en sus páginas 439-440, la figura de Napoleón.  En síntesis se puede leer quién fue el personaje, y al final donde está situada la calle que está rotulada con su nombre: ubicada en la falda de Camellos, teniendo la entrada por la parte posterior de la antigua Escuela Normal.  Hasta ahí todo bien, pero mi pregunta ahora va a los responsable de las rotulaciones de nombres de calles.  Hace varios meses yo preguntaba a esos mismos responsables: cómo puede ser que el nombre de un General que invadió nuestro País, que nos impuso a su hermano José Napoleón, “Pepe Botella”, por lo borrachín que era; que Goya inmortalizó a los mamelucos pasando a cuchillo al pueblo de Madrid, y que tantas matanzas hicieron sus tropas en aldeas y pueblos de toda nuestra geografía; cómo fue, quién pudo tener la idea tan absurda y tan descabellada, y para que tenga mas guasa la cosa, que sea la única ciudad de España que tiene su callejero rotulado en una de sus calles con el nombre de Napoleón.  Y si desean comprobarlo que cojan un código postal actualizado de Correos y lo busquen; perderán el tiempo, se lo aseguro, porque no lo encontrará en ningún sitio.  Si a los de Bailén o a los de Zaragoza, “... Y entre los muertos siempre habrá una lengua viva para decir que Zaragoza no se rinde”.  Por poner un ejemplo, si los ediles de estas ciudades aprobaran la rotulación de una de sus calles con el nombre del general corso,  creo que les armarían tal bronca peor que las que les están liando a los del PP por lo de Irak.  
     Y al hilo de los callejeros, aquí en Málaga, en Correos, hace treinta años, unos pocos carteros nos dedicamos a recopilar los nombres de las calles que figuraban en el barrio de nuestro reparto, logrando  editar, con mas esfuerzo que ayuda, un librito donde sus calles se podían localizar alfabéticamente con solo mirar el índice.  Mas tarde en el Ayuntamiento se dieron cuenta de que era absurdo que unos carteros urbanos (antes éramos urbanos) pudieran sacar unas pesetas para el Fondo Común de la Cartería, que era como un banco en miniatura, donde se concedían préstamos sin interés a los tiesos, dado los “sueldazos” que nos llevábamos cada mes; y en cada 12 de Octubre, día de nuestra Patrona, Virgen del Pilar, nos juntábamos en cualquier restaurante para comer y pasarlo lo mejor que podíamos con el sobrante de las cuotas y de las ventas de los callejeros, que nosotros vendíamos a todo el mundo.  Y yo como también soy así de preguntón, a ver si cuela en la Consejería de Cultura, le hago la siguiente sugerencia a dicho Consejero, que sé que es un hombre culto y que además le encanta la música clásica, y que toca el órgano como los ángeles; y que conste que no es pelotilleo.  Lo que propongo es la confección de una GUIA a la que  fuera unida un PLANO-CALLEJERO donde todos los visitantes que llegaran a Melilla pudieran saber, por un precio módico la Historia de la Ciudad; como pueden ser la Gastronomía tan rica y variada de las cuatro culturas; los Teléfonos mas importantes y urgentes; los Medios de Comunicación; los Cines y Teatros; los Hoteles; los Transportes, etc., pero eso sí, que las calles estén bien planificadas para que nadie se pierda y sepa en todo momento donde se encuentra (pero, por favor, quiten a Napoleón, ¡eh!).  Tengo que decir que la Guía de Málaga, los datos que he citado están en varios idiomas, pero sobre las calles, les aseguro que nadie se pierde, y es solamente un librito de 15 x 9 x 1.  Como podrán ver las dimensiones son de tamaño de bolsillo y bastante práctica para las necesidades de cualquiera.  Las distintas ediciones son exclusivamente hechas por el Ayuntamiento de Málaga; las de Melilla podrían financiarse con los anuncios en la misma Guía de comercios e industrias de la ciudad, y si los que mandan en el Palacio de la Plaza de España no desean hacerla, porque no sea “viable” (palabra de políticos) que sean los de la Asociación de Estudios Melillenses quien la edite, que son, a mi juicio, los que están más preparados, pero siempre que sea con la ayuda de los que mandan en la cosa del “tmenyat”, “parné”, “guita”, ergo dinero, porque me imagino que las arcas de dicha Asociación estarán faltas de unos pocos, o muchos, euros.  De lo que no están faltos es de ánimos para ese trabajo; siendo los que día a día no paran de buscar y rebuscar datos y más datos para enriquecer el patrimonio histórico de nuestra ciudad.
     Y para terminar diré a los que pintarrajearon la fachada donde está ubicada la Asociación de Estudios Melillenses, personas de diminuto escroto y gran cobardía, les remito a lo que el hombre de “La Mochila”, el señor Labordeta llamó a los señores diputados del PP en el Congreso de los Diputados.  Si les parece una grosería, que se jodan, por jilipollas; porque el nombre de Melilla y todo lo que se refiera a su historia, como a las personas que la cuidan con sus esfuerzos, deben ser tratados con el máximo respeto.
     Reciban un saludo.

Juan J. Aranda
5 de Abril de 2003