Otra de reivindación 06/01/2003
OTRA REIVINDICACIÓN
(y ya van unas cuantas)
Hace ahora un mes leía en este diario que las nuevas calles de la Explanada de San Lorenzo van a ser propuestas y nominadas, si no lo han sido ya, con los nombres de: Cuerpo Nacional de Policía, Ciudad de Málaga, Ayu Lalchandani, José Játiva, Rafael Ginel Cañamaque, Andrés Pimentel y Cesar Jiménez. Estupendo y mi enhorabuena por esas nominaciones. Todos y cada uno de esos señores, tanto el Cuerpo Nacional de Policía como nuestra hermana mayor Málaga, son merecientes de que nuestra ciudad les rinda ese homenaje para que su nombre se perpetúe a varias generaciones de melillenses.
Hace unos meses me refería a una calle que existe en la ciudad, concretamente en el distrito postal número cinco, que lleva el nombre de Napoleón, sí, han leído bien; y yo no he parado de pensar quién fue, en su tiempo, el promotor de nominar una calle de Melilla con el nombre de un general, más bien bajito, que invadió nuestro País y que tantos estragos causó en centenares de pueblos hasta que logramos “expulsar a sus tropas por los Pirineos”. Si es por otro Napoleón que merece que su nombre figure en una calle de Melilla que me lo digan y retiro lo dicho. Les puedo asegurar que me he leído los callejeros de las ciudades y de los pueblos mas importantes de España y con el nombre del general de la mano en el pecho o de algún familiar suyo no aparece en ninguno. Como anécdota diré que cuando prestaba servicio en Correos un compañero guasón, pero con retranca, ojeando el callejero oficial me enseñó el nombre de la calle en cuestión en el que viene, en su código provincial 52, y créanme que me dio un poco de rabia, porque cualquiera puede pensar que ha habido un error de imprenta y han puesto Napoleón en vez de Nápoles, que era un regimiento destacado en la ciudad junto a los de la Princesa, Cataluña, Zamora, Brabante, Bruselas, etc., pero no, el de Nápoles figura a continuación. No conozco a la persona, o personas que están dedicadas a esta cuestión del callejero, lo que sí me gustaría es hacerles llegar mi opinión de protesta para que, en caso de que sea por el famoso general invasor de nuestro País, retiren de la calle los rótulos con su nombre y los cambien por alguien que, como los nominados para la Explanada de San Lorenzo, sea merecedor de llevarlo.
Ustedes dirán que soy muy pesado y un pelín terco; les doy la razón, pero solamente en cuanto a reivindicar una calle, un recuerdo de la ciudad, en fin, algo que sirva para que nuestros jóvenes sepan que en Melilla hubo un profesor de música; un profesor altruista; un hombre bueno que enseñó el bello arte del pentágrama a varias generaciones de niños melillenses, entre los cuales me encuentro. Como habrán imaginado por todas mis reivindicaciones, éste profesor fue Don Julio Moreno Rodríguez. En la misma explanada de San Lorenzo que han nominado los nombres descritos ensayaban los de la banda de cornetas y tambores, a cuyo término, Emilio, más tarde, batería de la Orquesta Trébol, cabo primero del Regimiento Melilla 52 formaba a los chaveas y marchaban por la actual avenida de la Marina Española, pasando por el Ayuntamiento hasta la calle junto a la antigua comisaría, de Medina Sidonia, hoy Francisco de Miranda, en el Mantelete; una calle que fue testigo de tantos ensayos de conciertos y corales que muchos vecinos lo recordarán, espero con cariño, y otros con recelo de la lata que dábamos junto a la antigua tienda de “Los Niños”, frente al antiguo cuartel de la Guardia Civil, con sus dos patios y donde tantas dianas floreadas dábamos cada doce de Octubre, día de su Patrona, la Virgen del Pilar. Bien, pues todo eso y muchas cosas mas, que tan entrañables son para muchos de nosotros ocurrieron en nuestra Melilla de los años cuarenta y cincuenta. Entonces no habían señores que dieran clases sin cobrar un duro; yo creo que en Melilla, por aquéllos años, se podían contar con los dedos de una mano los profesores que habían en la ciudad que dieran buenas clases de música, claro que era cobrando una cantidad al mes; pero don Julio no cobraba y encima invitaba, a veces, a pasteles de la tienda de “Los Niños”, o del bar del cuartel de la Policía.
Señores responsables del callejero: ¿ qué tengo que hacer, adónde debo dirigirme, con quién debo hablar desde esta otra orilla, para que el hombre y maestro que enseñó a varias generaciones de melillenses el arte mas bello que ha creado Dios, la música, tenga una calle en la ciudad que amó hasta su muerte ? .
Mi amigo don Rafael (Rafalito para los amigos), como conoce mis sempiternas reivindicaciones, me dice que quiten a Napoleón y coloquen a mi maestro y sanseacabó; y si no lo hacen, en Semana Santa nos pondremos los dos con una pancarta reivindicando la calle para don Julio en la calle Ancha del Carmen, de aquí, en Málaga para cuando salga la Cofradía de la Misericordia con la Virgen donde en el palio lleva bordado nuestro escudo de la ciudad (nuestro Ayuntamiento es Hermano Mayor Honorario) y el Cristo “El Chiquito”, las autoridades melillenses que siempre van en la cabeza de la procesión la puedan leer y así podrán enterarse. Desde luego que Rafalito está “sembrao” el tío, de gracia que tiene.
¿ A que la tiene, verdad ? .
Juan J. Aranda
Málaga 6 de enero de 2003
(y ya van unas cuantas)
Hace ahora un mes leía en este diario que las nuevas calles de la Explanada de San Lorenzo van a ser propuestas y nominadas, si no lo han sido ya, con los nombres de: Cuerpo Nacional de Policía, Ciudad de Málaga, Ayu Lalchandani, José Játiva, Rafael Ginel Cañamaque, Andrés Pimentel y Cesar Jiménez. Estupendo y mi enhorabuena por esas nominaciones. Todos y cada uno de esos señores, tanto el Cuerpo Nacional de Policía como nuestra hermana mayor Málaga, son merecientes de que nuestra ciudad les rinda ese homenaje para que su nombre se perpetúe a varias generaciones de melillenses.
Hace unos meses me refería a una calle que existe en la ciudad, concretamente en el distrito postal número cinco, que lleva el nombre de Napoleón, sí, han leído bien; y yo no he parado de pensar quién fue, en su tiempo, el promotor de nominar una calle de Melilla con el nombre de un general, más bien bajito, que invadió nuestro País y que tantos estragos causó en centenares de pueblos hasta que logramos “expulsar a sus tropas por los Pirineos”. Si es por otro Napoleón que merece que su nombre figure en una calle de Melilla que me lo digan y retiro lo dicho. Les puedo asegurar que me he leído los callejeros de las ciudades y de los pueblos mas importantes de España y con el nombre del general de la mano en el pecho o de algún familiar suyo no aparece en ninguno. Como anécdota diré que cuando prestaba servicio en Correos un compañero guasón, pero con retranca, ojeando el callejero oficial me enseñó el nombre de la calle en cuestión en el que viene, en su código provincial 52, y créanme que me dio un poco de rabia, porque cualquiera puede pensar que ha habido un error de imprenta y han puesto Napoleón en vez de Nápoles, que era un regimiento destacado en la ciudad junto a los de la Princesa, Cataluña, Zamora, Brabante, Bruselas, etc., pero no, el de Nápoles figura a continuación. No conozco a la persona, o personas que están dedicadas a esta cuestión del callejero, lo que sí me gustaría es hacerles llegar mi opinión de protesta para que, en caso de que sea por el famoso general invasor de nuestro País, retiren de la calle los rótulos con su nombre y los cambien por alguien que, como los nominados para la Explanada de San Lorenzo, sea merecedor de llevarlo.
Ustedes dirán que soy muy pesado y un pelín terco; les doy la razón, pero solamente en cuanto a reivindicar una calle, un recuerdo de la ciudad, en fin, algo que sirva para que nuestros jóvenes sepan que en Melilla hubo un profesor de música; un profesor altruista; un hombre bueno que enseñó el bello arte del pentágrama a varias generaciones de niños melillenses, entre los cuales me encuentro. Como habrán imaginado por todas mis reivindicaciones, éste profesor fue Don Julio Moreno Rodríguez. En la misma explanada de San Lorenzo que han nominado los nombres descritos ensayaban los de la banda de cornetas y tambores, a cuyo término, Emilio, más tarde, batería de la Orquesta Trébol, cabo primero del Regimiento Melilla 52 formaba a los chaveas y marchaban por la actual avenida de la Marina Española, pasando por el Ayuntamiento hasta la calle junto a la antigua comisaría, de Medina Sidonia, hoy Francisco de Miranda, en el Mantelete; una calle que fue testigo de tantos ensayos de conciertos y corales que muchos vecinos lo recordarán, espero con cariño, y otros con recelo de la lata que dábamos junto a la antigua tienda de “Los Niños”, frente al antiguo cuartel de la Guardia Civil, con sus dos patios y donde tantas dianas floreadas dábamos cada doce de Octubre, día de su Patrona, la Virgen del Pilar. Bien, pues todo eso y muchas cosas mas, que tan entrañables son para muchos de nosotros ocurrieron en nuestra Melilla de los años cuarenta y cincuenta. Entonces no habían señores que dieran clases sin cobrar un duro; yo creo que en Melilla, por aquéllos años, se podían contar con los dedos de una mano los profesores que habían en la ciudad que dieran buenas clases de música, claro que era cobrando una cantidad al mes; pero don Julio no cobraba y encima invitaba, a veces, a pasteles de la tienda de “Los Niños”, o del bar del cuartel de la Policía.
Señores responsables del callejero: ¿ qué tengo que hacer, adónde debo dirigirme, con quién debo hablar desde esta otra orilla, para que el hombre y maestro que enseñó a varias generaciones de melillenses el arte mas bello que ha creado Dios, la música, tenga una calle en la ciudad que amó hasta su muerte ? .
Mi amigo don Rafael (Rafalito para los amigos), como conoce mis sempiternas reivindicaciones, me dice que quiten a Napoleón y coloquen a mi maestro y sanseacabó; y si no lo hacen, en Semana Santa nos pondremos los dos con una pancarta reivindicando la calle para don Julio en la calle Ancha del Carmen, de aquí, en Málaga para cuando salga la Cofradía de la Misericordia con la Virgen donde en el palio lleva bordado nuestro escudo de la ciudad (nuestro Ayuntamiento es Hermano Mayor Honorario) y el Cristo “El Chiquito”, las autoridades melillenses que siempre van en la cabeza de la procesión la puedan leer y así podrán enterarse. Desde luego que Rafalito está “sembrao” el tío, de gracia que tiene.
¿ A que la tiene, verdad ? .
Juan J. Aranda
Málaga 6 de enero de 2003
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home